Siempre resulta motivador buscar y encontrar nuevos temas que interesen a nuestros futuros estudiantes. Investigar en la historia de Castilla es profundizar en las raíces de nuestra sociedad y cultura. La presencia judía en Sefarad, topónimo biblico de la Península ibérica, se remonta a los orígenes de la civilización occidental con la llegada de los romanos, pero es en la Edad Media cuando van a tener gran protagonismo las comunidades judías en Castilla muchas de las cuales huyen del radicalismo religioso de los Almorávides de Al Ándalus.

Palencia fue testigo de una vibrante comunidad judía que desempeñó un papel crucial en el florecimiento económico de la ciudad, destacándose en actividades como el comercio, la banca y la medicina. Su experiencia en el comercio y las finanzas los convirtió en intermediarios valiosos y prestamistas, aunque esta posición les otorgó influencia, también generó tensiones con otras comunidades y autoridades locales.

El ámbito intelectual fue otro campo donde los judíos destacaron en la ciudad de Palencia, con su rica tradición académica, atrajo a estudiosos judíos que contribuyeron al intercambio de conocimientos en áreas como la filosofía, la medicina y las ciencias. La convivencia de las comunidades judía y cristiana creó un ambiente propicio para el diálogo intercultural y el florecimiento intelectual. Conoceremos la obra de Rabi Sem Tob y analizaremos los Proverbios morales que escribió para el futuro rey Pedro I, el Cruel. Leeremos poemas y escucharemos canciones sefardíes. En casa del profe desconocemos la cocina kosher pero estaremos encantados en preparar recetas sefardíes medievales que inspiraron la cocina tradicional castellana con las verduras de nuestro huerto ecológico, un buen motivo para reflexionar sobre cultura y gastronomía.

Sin embargo, esta convivencia no estuvo exenta de tensiones. A medida que la intolerancia religiosa se intensificaba, los judíos en Palencia y otras partes de Europa se encontraron cada vez más bajo la amenaza de la discriminación y la persecución. En el siglo XIV, la situación empeoró con la llegada de la Peste Negra y el surgimiento de teorías conspirativas que culpaban a los judíos de la propagación de la enfermedad.

En la provincia de Palencia hubo importantes aljamas y juderías que agrupaban a los seguidores de la ley de Moisés y estudiaban el Talmud. Estamos hablando de españoles que se comunicaban en la misma variedad del castellano que el resto de la población. Es esta lengua la misma que va a evolucionar hasta el Ladino o Judeoespañol que en nuestros días siguen hablando las comunidades descendientes después de la expulsión de 1492.

Este curso hace un viaje por la historia de las comunidades judías en lugares como Palencia, Amusco, Saldaña o Carrión de los Condes, que llegó a ser la quinta judería que más impuestos pagaba de Castilla. Estudiaremos la influencia del hebreo en el español y expresiones, dichos y refranes del ladino. Reflexionaremos sobre la importancia de los judíos como los primeros redactores del incipiente Castellano que se comienza a utilizar para redacción de crónicas y leyes en la escuela de traductores de Toledo.

La experiencia incluye la visita a lugares históricos y con referencias hebraicas como las juderías de León o Ávila, el Museo judío de Béjar . Todo ello para lograr una experiencia cultural que nos permita vivir un experiencia sobre los origenes del español. La huella de los judíos es un testimonio complejo de coexistencia, conflicto y contribuciones significativas a la sociedad. Recordar y comprender esta historia es esencial para apreciar la diversidad cultural y religiosa que ha dado forma a la rica historia de la región.

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