Siempre es motivador diseñar un curso que ayude al estudiante a desarrollar sus necesidades. Es el caso de Mathias, un estudiante austriaco que nos visita por segunda vez, que está muy ilusionado formándose para desarrollar e impulsar proyectos empresariales  relacionados con la economía circular y el respeto por el medio ambiente. La crisis climática puede ser una oportunidad para replantearnos nuestro modelo de consumo, el uso de las materias primas o los nuevos roles para colectivos marginados en innovadores modelos de desarrollo. En este contexto, Mathias piensa que América Latina es un territorio con muchas posibilidades para crear nuevos modelos empresariales rentables económicamente, eficientes con el consumo de materias primas renovables que sirvan para mantener un consumo responsable, que reduzcan el impacto ambiental y mejoren las vidas de las comunidades en el territorio.

En las clases que hemos dedicado a este tema, Mathias ha ido creando una presentación sobre un marco genérico para un modelo de negocio que integre el potencial innovador de la economía libre, con el papel del Estado que, desde la función pública, contribuya a la regulación de flujos con  iniciativas como el marco regulador que aliente el reciclaje  de desechos industriales. También el papel de las comunidades locales a de ser un eje fundamental en el desarrollo del territorio para ir erradicando modelos del neocolonialismo que todavía predominan en la economía mundial.

Aparte de este tema central también hemos tenido tiempo para leer el Tartufo de Moliere y asistir a su representación en el Teatro Municipal, viajar a la Montaña palentina y disfrutar del senderismo. Visitar la casa familiar del General San Martín héroe de la independencia latinoamericana en Cervatos de la Cueza, visitar el Capricho de Gaudí y el Palacio del Marqués de Comillas en la villa cántabra y disfrutar del mar en otoño. También fuimos  Valladolid y visitamos la casa de Cervantes y la casa de José Zorrilla así como un visita por la Universidad y el Museo Nacional de Escultura. También fuimos  Burgos a conocer el Museo de la Evolución Humana y pasear los el camino de Santiago que cruza la ciudad y a comer en el famoso Bar Pancho.

En resumen, dos semanas intensas viviendo experiencias en español y conociendo montón de sitios nuevos durante unas vacaciones muy bien aprovechadas.

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