Hola Lisa,
Ahora que nuestro curso ha terminado, quiero escribir sobre el aprendizaje que hemos realizado juntos. Compartir un curso contigo ha sido una experiencia única. Enseñar a una profesora de idiomas tan activa y apasionada de los idiomas como tú siempre es un gran reto. Tu entusiasmo por aprender y comunicarte ha sido muy motivador.
Entiendo que necesitarás tomar descansos para desconectar de la inmersión permanente en español. Es importante dejar tiempo a la mente para asentar el aprendizaje y conectarlo con tus conocimientos previos. Disfrutar del paisaje y la naturaleza han sido muy necesarios y agradables en tu proceso de aprendizaje. Realmente el tiempo de tu estancia ha sido intenso y provechoso. Tras un agotador viaje necesitabas pasear por el campo y disfrutar de la primavera. Nuestra ciudad te pareció más tranquila y apacible de lo que esperabas con una gente acogedora.
Pronto comprendí que tus conocimientos gramaticales y linguísticos del español eran mayores de lo que me habías contado. Había mejores opciones para aprender que nuestras clases en casa. Como los días eran soleados, decidimos disfrutar del buen tiempo paseando y visitando lugares. Me resulta difícil recordar todas nuestras actividades en ocho días…
En la villa de Dueñas tuvimos una visita privada a la bodega de las Luceras. Allí siguen elaborando vinos de forma tradicional y sostenible. También realizamos una cata de vinos de Cigales. Caminando por los barrios de bodegas nos invitaron a una bodega familiar privada. Tu capacidad para conectar con españoles en su ambiente hizo que fuera una experiencia muy divertida. Esa tarde también visitamos la Basílica de S. Juan de Baños, el templo más antiguo de España y charlamos disfrutando de la naturaleza y del buen tiempo. Fue un día muy completo.
Algunas veces suceden felices coincidencias. Un día que conversábamos sobre la Guerra civil y la Transición española, asistimos por casualidad a un homenaje a las víctimas de la represión franquista en Palencia. Pudiste hablar con familiares que se resisten a olvidar. Las heridas de nuestra historia reciente continúan abiertas hoy en día.
Otro momento muy especial fue participar en el Festival Risas Refugiadas en Amayuelas de Abajo. En este es un lugar perdido en la llanura castellana nos reunimos gentes de muchos lugares del mundo para dar visibilidad, voz y acogida a personas refugiadas.
¡Qué suerte tuvimos de poder asistir al espectáculo de flamenco clásico con la bailarina Estela Alonso y el guitarrista Alejandro Hurtado! Los dos juntos fue un espectáculo único, auténtico y de calidad. Fue una experiencia inolvidable, muy distinta del espectáculo para turistas que tú habías visto en Sevilla.
El Domingo de Ramos fue tu último día con nosotros. Por la mañana, presenciamos la salida de la tradicional Procesión de la Borriquilla, que da inicio a las celebraciones de la Semana Santa. Por la tarde, subimos al Cerro del Cristo. Te sorprendió que fuera una fiesta tan auténtica y popular.
¡Cómo he disfrutado estos días! Llegabas de correr por la mañana con tu cara de felicidad. Tras la ducha, desayunábamos juntos y charlábamos tomando un café. Has vivido con en familia con toda naturalidad. Tu carácter abierto y tu actitud comunicativa te han permitido charlar con nuestros amigos. Has compartido nuestros momentos y celebraciones cotidianas como si fueras un miembro más de nuestra gente. Mi madre y sus amigas te recuerdan con mucho cariño.
Conocer a una persona jubilada y tan activa y trabajadora como tú es una experiencia que me ha enriquecido mucho. Saber que sigues enseñando alemán a inmigrantes en tu país, es muy inspirador.
Siempre que vuelvas por aquí serás bienvenida. Un abrazo fuerte.



















